A importancia de subliñar
Roger Michelena recolle un texto de Alberto Fuguet sobre o vicioso pracer do subliñado (ler ou mirar cos dedos) que me parece utilísimo para comprender o acto da lectura. Agrego algúns dos fragmentos máis interesantes do artigo que contestan a esas preguntas claves (por qué subliñar?, por qué moitos prefiren non ler un libro prestado?):
- Leer con un lápiz en la mano, atento a esas frases que cristalizan un pensamiento o una emoción, se ha vuelto una costumbre imprescindible para el autor de esta crónica, que ve en esa acción privada, secreta, una manera de homenajear al autor y de recordar el trayecto que él mismo hizo a través del libro.
- De un tiempo a esta parte, capto que, con los libros, ya no me basta leerlos, necesito algo de interactividad. No puedo enfrentarme a un libro sin un lápiz de tinta (mi opción uno) o, en el peor de los casos, con un lápiz a mina. También he usado (más de lo que quisiera) esos marcadores de colores fluorescentes que, con el tiempo, dejan de ser tan brillantes y chillones y terminan siendo absorbidos por el papel. Subrayar con destacadores es ideal para toda lectura móvil: metro, tren, bus y avión o, incluso, cama (un destacador funciona mejor que un lápiz a la hora de subrayar cuando el libro está arriba de uno y, por lo tanto, la fuerza de la gravedad juega en tu contra).
- Subrayo para hacer el libro mío, para darle mi sello, para apropiarme de él. Gozo y me emociono y siento que la vida es mejor, o al menos, más calmada, cuando me enfrento a un autor que piensa como yo o siente como yo o, si bien es muy distinto a mí, somos capaces de estar de acuerdo en un par de cosas. Deduzco que subrayo aquellas frases que resumen, perfectamente, cosas que estoy pensado o he pensado. Subrayo como homenaje y celebración al autor del libro, pero también subrayo para recordar el trayecto que yo hice a través de él. Quizás ésa es una de las mayores diferencias con el cine: con un DVD, uno puede acceder a mil cosas, desde comentarios del director a escenas desechadas, pero no hay escena o diálogo que se puede subrayar.